Hace un tiempo, la revista Latido dedicó uno de sus números al tema de nuestro blog.
De allí tomamos estos fragmentos de la nota escrita por el periodista Mariano Hamilton, "La vida es un gran juego".
Esta nota es autobiográfica, y toma como eje de su relato los juegos a los que el autor jugó, desde su infancia hasta el momento de escribir el texto.
http://www.terra.com.ar/canales/latido/juegos/numero31.shtml
"Sabíamos que el juego era arriesgado, especialmente porque en el piso había cocodrilos y debíamos evitar que nos comieran. Sólo teníamos la alternativa de La Isla (una alfombra tejida al crochet que poníamos junto a la mesa) para evitar caer al mar cuando perdíamos el equilibrio. Ella era Batichica y yo Batman (nunca Robin, por supuesto). Pudimos desarrollar nuestras habilidades durante meses. Perfeccionamos los saltos, las piruetas y nuestra destreza atlética. Pero la mesa, lentamente, fue perdiendo estabilidad hasta que un día pasó lo inevitable: tomé impulso, me lancé, cedieron las patas y partí el mármol. Mi única preocupación fueron los cocodrilos, hasta que mi hermana mayor me llamó al orden: “Tenemos que arreglar la mesa porque mamá nos va a asesinar”, me dijo con tono ceremonioso." escribió Mariano Hamilton en referencia a un juego compartido con su hermana en la infancia.
Y continúa más adelante, avanzando en su biografía lúdica "El truco merece un capítulo aparte. Sinceramente no sé cómo aprendí a jugarlo. Muchas veces pienso que fue por ósmosis. Otras, me parece tener un vago recuerdo de la galería del Tano, en donde nos juntábamos entre partido y partido de fútbol a entender algunos juegos de cartas. Creo que allí empecé a desarrollar mis dotes actorales para el truco. Decía que no sé cómo lo aprendí, pero sí sé que soy un as: resulta casi imposible ganarme en un mano a mano, me sé apropiar del discurso de un juego entre cuatro y trato de no jugar al de seis porque me parece poco serio (ni que hablar del truco gallo)."
"Debo haber participado en mi vida en aproximadamente 14 millones de partidos de truco y cada vez que me junto con amigos a jugarlo siento que empieza una historia nueva a ser develada. Porque más allá de que las cartas son las mismas, la dinámica la marca el rival de turno y su actitud frente al juego. Si es miedoso, si es prudente, si es mentiroso inteligente o mentiroso compulsivo, si sólo canta cuando tiene cartas buenas, si arriesga cuando está acorralado, si sabe ir a la pesca, si tiene predilección por el envido y no le da bola a la segunda, si le gusta hacerse fuerte de entrada o especula todo el tiempo con el tanteador."
Patricia, además de ser una encantadora nota, quiero felicitarte por este blog. Cada vez que lo recorro me acerca recuerdos de mi infancia, Muchas Gracias!!
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